De nuevo tengo el gusto de incluir en este, mi pequeño espacio en la Red para la comunicación alpina, una de las reflexiones del “Barraca” que, lo sé bien, tanto os agradan.
Uno de los mayores cambios (y más impactante) que se está dando últimamente en las grandes montañas del planeta, es la calidad humana de la “fauna” que está aterrizando por los espacios reservados a los grandes exploradores primero, y grandes alpinistas después, y que no hacen sino desear que éstas montañas aprendan a protegerse de tanto gilipollas como anda suelto por el mundo.
Aquí os dejo el comentario íntegro de “Barraca”, no para que estéis de acuerdo o en desacuerdo con él sino, para lamentar la suerte que le espera a partir de ahora a cualquier montaña cuya altitud empiece por 8 y cualquiera de los famosos Trekkings que ya se han colado en el calendario vacacional de tanto descerebrado. ¡¡Requiescant in pace!!
Yo por mi parte, os dejo el vídeo de la apertura del espolón Oeste del Chogolisa, afortunadamente, una montaña que empieza por 7.
Karakorum 2017
Después de enviar a Patxi el escrito, me he dado cuenta de que podía haber nombrado algún medio de comunicación que sí se hace eco de las actividades de montaña, como por ejemplo el programa Pont de Mahoma de Tarragona Radio. Enhorabuena a todos los que os preocupáis en divulgar este tipo de actividades al aire libre, no me atrevo a llamarlo deporte.
Ya que estoy otra vez con el lápiz y el papel os puedo contar que aunque conozcas el decorado de la marcha de aproximación siempre encuentras algo nuevo que te fascina, que te hace sentir bien, que compensa el hecho de estar allí : sea una roca, la luz, la fuerza del río o el vuelo pausado de un cuervo. Vamos a estos sitios dispuestos a ser actores de una obra de teatro sin público y con un guión impecable sobre el papel pero con un decorado que no es ni pintado ni de cartón piedra. Allí se invierten los términos, la fragilidad la ponemos nosotros y la duración de la obra, los actos, entreactos y efectos especiales están sujetos a los incontables caprichos del decorado. El impecable guión se tiene que rehacer y, muchas veces, como este año, se deja inacabado.
OTRA VEZ HEMOS VUELTO DEL KARAKORUM, el trozo minúsculo de decorado por donde transcurre nuestro guión ya sabéis donde está…La mariposa que creo que no me entendió , harta de esperarnos , igual hizo cumbre un día de estos o quizás no tenía ninguna intención de subir y solo nos acompañaba por curiosidad o por avisarnos de algún contratiempo.
Apreciada mariposa blanca creo que te equivocaste al seguirnos camino del Chogolisa , lo que tú realmente querías era juntarte con algun trekking, pasar el Gondogoro y de allí volar hasta los magníficos prados verdes del Valle de Hushe.
Lo que te pasó es que la mayoría de personas que pasaron por nuestro campo base (Ali camp) para hacer este fantástico trekking no hablaban con los que estábamos allí afincados, seas mariposa, ratón, cuervo o persona. Solo se comunicaban entre ellos, eran incapaces de saludar aunque estuvieses a menos de dos metros. Las dos únicas excepciones fueron un alemán y un madrileño afincado en Valencia, su osadía les valió un vaso de cerveza fresca de nuestra selecta bodega. Supongo que esta actitud tan incomprensible de los visitantes te hizo decidir probar suerte con nosotros y desviarte del camino que te hubiese llevado del blanco al verde.
Lo más incomprensible no era la negación del saludo: ¡allá ellos! Lo grave es que nos cansamos de llamarles la atención porque iban a mear precisamente donde sacábamos el agua para beber. O tenías que estar zombi o ser un perfecto imbécil para no darte cuenta…Nuestra letrina también era apetitosa para esta fauna, supongo que debían pensar que la habíamos puesto para que sus culos no quedasen a la intemperie , a más de uno le negamos el aposento, no por miedo a que lo llenase sino por mal educado.
Una tarde estaba cerca de la letrina contemplando el glaciar, no tenía nada mejor que hacer. Un grito de terror me hizo girar. ¿Qué pasa? ¿Un alud de piedras, un terremoto ? ¡Qué va! Una coreana con los pantalones en los tobillos, su grito era debido a que el viento había levantado la lona de la letrina. Me quedé inmóvil y, contuve la risa. Bueno, al menos esta me hablará, pensé: “ O buenas tardes, o tenéis un wáter cojonudo, o joder con el viento…Nada de nada, pasito a pasito por delante de mis narices como si yo fuese un trozo más de granito desprendido de la ladera de Ali camp.
El que se hubiese ganado el máximo galardón de una persona que no tiene ni puta idea de donde se mete fue un chino o coreano que estuvo toda la tarde deambulando por Ali camp con el casco de escalada, como un crío con la chichonera puesta para que no se le joda su apreciada cabecita. El punto álgido de su particular obra de teatro fue cuando hizo sus necesidades mayores, a unos veinte metros de nuestra tienda comedor con el casco puesto y a la vista de todos. Como diría Valle Inclán: “Me quito el cráneo” y busqué en mi aparatito de música la canción de Celtas Cortos “La senda del tiempo”:
“…he hablado con las montañas de la desesperación
y su respuesta era solo el eco sordo de mi voz.
A veces llega un momento que te haces viejo de repente…”
Si tuviese que volver a Ali Camp sabiendo que está equipado con cuerdas fijas el collado del Gondogoro para hacer el trekking Baltoro-Valle de Hushe, me plantearía buscar otro campo base…para no molestar.
Jordi Bosch “Barraca”
3 de agosto 2017