Patxi saca la cabeza de la tienda del C.I.:

– Qué tal barraca?

– Biennnnn¡¡¡….oye, has visto un imbécil con la cara tapada y los esquís a la espalda??

Patxi hace unos gestos que no entiendo y continúo el discurso…

– A media hora de aquí…

Estaba sentado sobre mi mochila contemplando el panorama, cuando el de los esquís llega a mi altura, se pone a dar gritos de dolor, como si se tratara de un ataque de ansiedad, cardíaco o de caspa… qué sé yo¡¡¡ pero me acojoné, pensé que le estaba dando un patatús, y de pronto… se pone a reír como un energúmeno¡¡

Lo mando a tomar por el culo.

– Barraca… calla, es un argentino de aquella tienda de enfrente…

El pueblo del C.I. tiene calles con chalets adosados y, por si fuera poco, justo a nuestro lado un potente equipo de albañiles construye una tienda más grande que la que tenemos en el comedor del campo base. Es para meter a una colección de chinos que van subiendo chino-chano.

Entre el C.I. y el C.II. durante todo el día ha habido mogollón de gente que no se sabe si suben o bajan, un atolladero brutal. He visto caer un pequeño alud que se ha quedado a unos metros de un grupo que estaba parado, ni se han inmutado, se ve que estaban cómodos.

El argentino esquiador sale de la tienda, pone un seguro en la nieve, se ata una cuerda de unos 40 metros y baja esquiando lo que le da la cuerda, por una pendiente como para principiantes. Lleva una pala y se pone a cavar durante una hora. Durante este tiempo con Patxi damos unas vueltas por el pueblo.

Creemos que lo que hace el argentino es preparar a gusto su sepultura.

Llega una china con un abrigo¡… otras se pasean con «descansos» como si estuvieran en una estación de esquí argentina.

Un guía chino se cabrea con otro y le da una patada en el pecho con los crampones puestos. Hoy nos hemos enterado que lo han evacuado del .CB. en helicóptero.

Hay algunos que hacen ejercicios gimnásticos, otros que gritan…

Entramos en nuestra tienda y cuando Patxi está fundiendo nieve le suelto:

– Patxi, hermanito, hay que tener muchísimas ganas de hacer la cumbre del Manaslu en estas condiciones. Todos los que estamos aquí, lo único que nos interesa es la cumbre, porque esto no es hacer montaña, es hacer el gilipollas, yo no tengo ganas de subir…

Patxi se queda pensativo, se rasca la barba y me mira con ojos de yack enjaulado, remueve la nieve que se está derritiendo…

– Oye Barraca, y si lo mandamos todo a tomar por el culo y nos largamos de trekking?