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Ascendiendo al Campo III entre "terrones de azúcar"

Oscar Cadiach, ascendiendo en 2007 al Campo III entre "terrones de azúcar" (Foto: Patxi Goñi)

Aunque sufriendo más de la cuenta, ya hemos alcanzado los 7.200 metros del Campo III. No sé por qué nos ha costado tanto llegar, tal vez a consecuencia de las bajas presiones. Pero el sufrimiento y el cansancio han sido la tónica general del día entre todos los miembros de las expediciones que nos encontramos aquí: la nuestra, una coreana, la de la italiana Nieves Meroi y el grupo de Al Filo de lo Imposible.

 

Las nevadas de la última semana han cubierto casi por completo nuestras huellas y resulta durísimo ascender por esos escalones de nieve que guardan gran distancia unos de otros. De todos modos, Koke, Juanjo y yo hemos hecho una cordada muy bien avenida y estamos satisfechos.

 

Tras una hora recuperando fuerzas, nos sentimos bien y de buen ánimo. Desde que salimos del Campo Base el tiempo ha mejorado mucho y tan sólo ha nevado durante diez o quince minutos, pero lo hemos aguantado muy bien porque no hacía frío. En este momento disfrutamos de un paisaje de extraordinaria belleza, con las nubes a cincuenta metros bajo nuestros pies, mientras la cima del Kangchen nos contempla totalmente despejada. Es espectacular.

 

Mañana partiremos al que será nuestro campo IV y que instalaremos a unos 7.600m. No es mucha la diferencia en metros respecto a nuestra posición actual, pero será un tramo bastante duro. Primero atravesaremos una cascada, sinuosa y con grandes grietas, hasta llegar a una planicie inmensa en la que progresivamente aumenta mucho la inclinación. Costará abrir camino. Llevaremos una tienda ligera y comida suficiente para dos días, que es lo que en principio tardaremos en subir hasta la cumbre y bajar al IV a dormir.

 

El sol se esconde a una velocidad estratosférica, así que en poco rato nos meteremos en el saco. Hay que descansar porque los próximos dos días prometen ser muy intensos.

 

Patxi hacia el C.III

Patxi hacia el C.III

 

 (Esta información ha sido redactada a partir de una llamada telefónica de Patxi Goñi a la Oficina de Pamplona 2016, a las 10h de la mañana de hoy, hora española)

C.II a 6700m. Nuestra tienda es la de la izda.

C.II a 6700m. Nuestra tienda es la de la izda.

Desde que el día 7 dejáramos montado el C.III a 7200m de altitud y regresáramos al Base, el tiempo (climatológico) no ha dejado de darnos muestras de su potencial. Parece como si jugara con nuestra paciencia y con  nuestro ánimo. Nieva casi continuamente. A veces nos deja entrever, entre las nubes, la pirámide rocosa de la cumbre, espolvoreada por la nieve recién caída, como en un guiño para que no desesperemos, para que sigamos aquí, sumisos a sus caprichos, porque puede que, un día de estos, nos deje acercarnos a esa cumbre que tanto deseamos.

 

 

Como digo, está jugando con  nosotros. Intento comprenderlo; el Kangchenjunga y el gran Dios que habita en sus cinco cumbres nos observan desde su privilegiado trono, y me los imagino partiéndose de risa al vernos hacer nuestras cábalas, circunspectos nosotros: “ Mañana C.II, el otro C.III, otro más y C.IV, al otro puede que cima…”. Se nos ríen, lo sé pero, es posible que en un momento de condescendencia dejen que alguno de los que pululamos a sus pies maldiciendo tanto día de mal tiempo, pongamos en la balanza aquello que hemos venido a ofrecer de nosotros mismos, y ¡quién sabe!, sea suficiente como para dejarnos acercar nuestros agostados pulmones y ofrecer nuestros últimos y temblorosos pasos en esa cima jamás hollada.

 

Yo, sinceramente, espero estar allí cuando ese bravucón y malhumorado Dios Indú pide credenciales a puertas de esa gran cumbre. Espero estar allí por mí, por Iñigo, por la gente que me apoya, porque por eso estoy aquí mirando todos los días ese lugar donde descansa mi amigo, incapaz de ir hasta allí porque la naturaleza me ha impuesto demasiadas limitaciones como para hacerlo; uno de los grandes atractivos del alpinismo. Y si no puedo hacerlo, volveré a casa y me abrazaré a mi gente. ¡Qué gran recompensa!

(Email de Patxi Goñi recibido en la Oficina de Pamplona 2016, hoy a las 2:24h de la madrugada, hora española)

De nuevo en el Campo Base, se agradece el descanso y la ausencia de ese viento que a 7.200 metros nos amenazaba con llevarse por delante nuestra tienda de campaña. Hemos pasado muchísimo frío durante las dos noches en el Campo III, pero estamos contentos con lo que llevamos de ascensión.

Ayer alcanzamos un punto de altura de 7.400m, dando por finalizada nuestra aclimatación. Nos encontramos bien, con mucha fuerza, así que el factor que ahora mismo más problemas puede ocasionarnos es el del tiempo, ese tiempo caprichoso e impredecible que dicta cuándo se puede o cuándo no se puede continuar.

Los próximos dos o tres días los pasaremos aquí. Hay que recuperar energía antes de volver a subir, esta vez hasta los 8.586m del Kangchen. De camino, dormiremos en el Campo II una noche, otra en el Campo III y, tras montar el Campo IV, esperaremos el momento propicio para el ataque final.

Nos llegan noticias de que la coreana de la que os hablé hizo cima ayer a las 17.30h de la tarde. Se siente feliz. Si todo va bien, nosotros hollaremos la cumbre el próximo 16 o 17. Ya queda menos.

(Información redactada a partir de una llamada de Patxi Goñi a la Oficina de Pamplona 2016, a las 12.15h de esta mañana)

Desde el frío Campo III

Campo III, 7.200 metros

Vista desde el Campo III, 7.200 metros

En el interior de la tienda del Campo III, a resguardo del fuerte viento, nos sentimos satisfechos con la ascensión de los últimos dos días desde el Campo Base. A 7.200 metros es difícil desprenderse del frío, como difícil es recuperarse del cansancio tras esos 1.200 metros de desnivel que recorrimos entre ayer y hoy. Pero estamos bien de salud y de ánimo y cuando mañana alcancemos un pico de altura de 7.500, daremos por finalizado nuestro periodo de aclimatación.

 

El resto de nuestros compañeros de grupo continúa a nuestras espaldas con un par de días de diferencia, también en buenas condiciones; mientras que aquí mismo, en el Campo III, nos hemos encontrado seis tiendas de campaña de otras expediciones, entre ellas, la de Al Filo de lo Imposible. Además, hay una alpinista coreana que pretende atacar la cumbre mañana mismo. 

 

Sentimos la cima y sus cinco tesoros cada vez más cerca, pero aún nos es el momento del ataque final. El viernes volveremos al Campo Base para coger fuerzas y dormir en buenas condiciones al menos durante dos noches, porque a estas alturas se hace muy difícil descansar. Cuando nos veamos preparados y el tiempo lo permita, subiremos hasta el Campo IV, que instalaremos en torno a los 8.000 metros. Gracias a todos una vez más por seguir ahí.

 

 

(Entrada redactada a partir de una llamada telefónica de Patxi Goñi a la Oficina de Pamplona 2016, a las 12.30h de ayer, 6 de mayo)